Los ultimos años hemos
asistido al resurgir del mercenario como un actor que, a pesar de la
justificada controversia que le rodea, parece haberse ganado un lugar
permanente en la industria de defensa y seguridad.
Una muestra de esta nueva
realidad lo es el reclutamiento de soldados colombianos por parte del
Ejercito de los Emiratos Arabes Unidos tal y como lo expone esta
noticia
(en inglés). Admito que el reportaje es lo que en la jerga
periodística puertorriqueña se le llama un fiambre (un reportaje
viejo y algo pasado de tiempo), pero me resultó interesante. Por lo
tanto decidí comentarla brevemente. Y, de paso, romper con la sequía
de entradas que el blog ha sufrido en los últimos meses.
La noticia, supongo, es
lo menos es un testamento a la reputación militar de los
colombianos. Quizás Colombia no haya contado para mucho como una
potencia militar convencional, pero claramente sí se ha convertido
en una cuna de soldados de primera. Esto, unido a la interesante
producción de empresas como Indumil y Cotecmar, nos obliga a
observer al país de cerca en espera de que otras novedades pueda
producir. En particular, podemos ya señalar que Cotecmar diseña y
produce una interesantísima gama de buques de guerra fluvial que ha
llamado la atención de potenciales clientes como Brasil. Esperemos
que Colombia pueda darle continuidad a esta trayectoria y que no
permite que su incipiente industria militar, y que las ya reconocidas
capacidades de sus fuerzas armadas, se dejen perdar tras un
hipotético fin del conflicto interno. Con el fiasco argentino es
suficiente.