En Puerto Rico la práctica de las tradicionales profesiones liberales se ha visto afectada tanto por la crónica crisis socio-cultural de los últimos treinta años como por la actual y aguda recesión económica.
El poco tiempo en que he estado practicando el Derecho me ha permitido identificar al menos cuatro factores que contribuyen a este estado de cosas. Como tienen algun relación con la situación general de la sociedad puertoriqueña y pueden tener alguna tangencia con la situación en otros paises hispanos medianamente desarrollados los esbozaré a continuación:
1. En medio de la actual crisis económica hay poco dinero en circulación y el poco que hay se destina a otros fines que no son el pagarle al abogado. (a quien seguramente se contrató tardiamente y porque ya no había otra solución).
2. Durante los pasados veinte o veinte-cinco años muchos individuos se han acostumbrado a pagar casi exclusivamente con tarjetas de crédito buena parte de los bienes y servicios que adquieren. Si el abogado o bufete no acepta este tipo de instrumento de pago entonces el cliente lo pone en el fondo de su lista de acreedores.
3. Como casi todos los contratos que suscriben son de los llamados contratos de adhesión (en los que la parte mas "poderosa" establece unilateralmente los términos y la otra parte solo puede decidir si acepta o no contratar) los individuos han perdido la capacidad y la pericia para negociar con sus pares. Hasta se podría decir que tienen miedo a hacerlo.
4. La mayor parte de los individuos simplemente no tiene una idea clara de lo que un abogado (o cualquier otro profesional similar, como, por ejemplo, un arquitecto) hace. Tienen cierta sofisticación superficial pero carecen de un entendimiento, aunque solo sea elemental, de como funciona la sociedad en la que les ha tocado vivir. Esta carencia se extiende a los servicios y prácticas de abogados y otros profesionales similares.
Todo es solo un pequeño reflejo del camino que Puerto Rico tomó hace varias décadas y de sus consecuencias, imprevistas para muchos en aquel entonces. Ese camino llegó a su fin hace mucho tiempo pero aun no hemos podido discernir que nuevo rumbo lo reemplazará- Solo espero que ese nuevo rumbo, sea cual sea, pueda servir para reparar las patologías que les acabo de mencionar.
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