viernes, 30 de noviembre de 2007

Chávez puediera estar perdiendo la chaveta

Chávez se pasó. Me refiero a sus insultos al Presidente de Colombia. Estoy de acuerdo conque la manera de Álvaro Uribe de sacar a Chávez de la negociación para liberar a los rehenes de las FARC fue inesperada, y no tomó en cuenta que al momento Chávez se encontraba en Francia discutiendo el tema con Sarkozy, quien desea la liberación de la colombo-francesa Ingrid Betancourt. Pero Chávez podía manifestar su desazón enfáticamente sin tener que pelearse con Uribe.

Las razones por las cuales pelearse fue un desatino son múltiples. Para comenzar por lo más básico, Colombia es un importantísimo socio comercial de Venezuela, a la cual vende una porción considerable de los alimentos que ésta consume.

El presidente colombiano no tenía una campaña montada contra Chávez ni tampoco contra el proyecto bolivariano más allá de Venezuela, como es el caso de José María Aznar o Vicente Fox. Al contrario, sus buenas relaciones con Chávez, al punto de permitirle una mediación, favorecían la imagen de este último en el exterior, en Venezuela y especialmente entre los colombianos, lo cual podía hacerlos más receptivos a la causa bolivariana.

Es cierto que Uribe favorece una alianza militar de su país con EE.UU., pero Colombia es quizás el único lugar de América Hispana donde tal cosa pueda tener alguna justificación: Las FARC podrán haber declarado no hace tanto que suscriben la ideología bolivariana, pero eso no las exime de ser una banda de ladrones, asesinos y terroristas que tienen en vilo a la sociedad colombiana y en jaque al estado. Ante esto es comprensible que su presidente acepte ayuda de EE.UU.

Con todo y esto, la deslealtad de Washington a Uribe lo estaba empujando a lo insólito, la alianza con Chávez, quien debió cultivar cuidadosamente la relación en lugar de arriesgarla y al final romperla acremente.

Cuando Chávez sostuvo el altercado con Zapatero y el Rey, me pareció ridículo escucharle que “los fascistas no son humanos” y “una serpiente es más humana que un fascista”, pero pensé que estaba provocando adrede para exponer a Zapatero como otra cara de una misma moneda: Un estado mercachifle que busca influencia en América Hispana, y cuyo socialismo actual no es tal, ni tampoco tiene que ver con el de Chávez, como tampoco tiene que ver el de Bachelet, anfitriona de la Cumbre que Chávez quiso dinamitar (en mi próxima entrada pondré un artículo interesante al respecto).

En cambio el altercado con Colombia no defiende a Venezuela de ninguna injerencia, sino que más bien la aísla. La única explicación que le veo es que la presión emocional que padece Chávez cara al referéndum de este domingo es tal que lo está haciendo perder la chaveta. En cuestión de días se peleó con España y quedó mal con su anfitriona socialista chilena, tanto allí como después en Medio Oriente, cuando exhortó a la OPEP a subir el precio del petróleo para perjudicar al dólar, adentrándose en terreno peligroso; justo antes de ese último viaje anunció un programa nuclear venezolano, terreno peligroso también; luego lo de Colombia; y después los insultos y amenazas de cárcel a algunos sacerdotes en Venezuela; en fin, Chávez parece empeñado buscarse enemigos.

El problema es que el descrédito no sólo lo recibe él, sino el proyecto bolivariano de integrar América Hispana, por asociación con él. Llevar la integración más adelante que nadie, para luego desprestigiarla por simples groserías, es más censurable aun que el desinterés de nuestros políticos por la integración.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Imperio e imperialismo

En una de nuestras conversaciones Juan Aurelio y yo discutiamos sobre las pretensiones hegemónicas de los EE.UU. y llegamos a la conclusión que quizás a los EE.UU. no le cabía el mote de imperio pero que el adjectivo de imperialista si le venía como anillo al dedo.

Imperio, a pesar de su, ahora obvia y justificada, carga negativa, es una palabra que al menos resuena a autoridad, permanencia y hasta quizás cierto sentido de propósito. Tiene, aunque duela decirlo, cierta majestuosidad. Comparado a esto imperialismo suena casi a la rabieta del "wanabee" frustrado. Nos habla del quiero y no puedo, de las fantasías orientalistas y africanistas de una de esas Sociedades y Ligas Colonizadores que, como hongos tras las lluvias, aparecieron en la Europa del siglo XIX. Nos recuerda mas a Mussolini que a Augusto, a Venizelos mas que a Alejandro.

Lo que los EE.UU. ha hecho en el mundo no es tanto crear un imperio (aunque tanto a sus partidarios como a sus detractores les encanta decir que si lo ha hecho), sino dar rienda suelta a la manias imperialistas de algunos de sus ciudadanos mas influyentes. Y el resultado ha sido, como tanto otros experimentos imperialistas del pasado reciente, una chapuza cuyos detalles particulares ya han sido abarcadora y exhaustivamente señalados en muchísimos otros foros. No por eso deja de ser reconfortante leer en tomdispatch.com (uno de esos otros foros) cosas como la siguiente:

"But perhaps they were only extremes of the Washington norm. Perhaps Americans, even in their post-World War II high-imperial phase, were never anything but powerful provincials with little grasp of the wider world: a self-contained universe of Joseph Nyes and Richard Armitages. Perhaps if you are singularly wealthy and powerful, as the United States was from 1945 into the 1970s, the provincial blunders you make don't blow back on you for 20, 30, 40 years. Now, on the downside of hyperpowerdom, they seem to blowback in about the time it takes to play your basic 30-second ad."

Paralelismo con Rusia

Miami, 22 de noviembre de 2007

Hoy El Nuevo Herald de esta ciudad publicó la siguiente noticia:

"Putin acusa a Occidente de inmiscuirse en Rusia"
VLADIMIR ISACHENKOV / AP

El presidente Vladimir Putin comparó ayer a sus detractores con chacales alimentados con fondos extranjeros, acusando a Occidente de inmiscuirse en la política rusa e insistiendo en que los adversarios tanto nacionales como extranjeros desean debilitar al país.

Putin intenta fomentar una masiva participación en los comicios parlamentarios del 2 de diciembre y un enérgico respaldo a su partido Rusia Unida, que encabeza en esa consulta, medida que se considera una maniobra para retener el poder una vez que dimita el próximo año.

En un mitin al que asistieron miles de personas, Putin describió un sombrío panorama en la Rusia de la convulsionada década de 1990, y sugirió que sus detractores respaldados por Occidente están empeñados en volver a esos tiempos.

"Nuestros adversarios necesitan un estado débil y enfermo. Quieren una sociedad dividida a fin de ejecutar sus propósitos ocultos", insistió el mandatario.

Para mantener el actual rumbo político es necesaria una sólida mayoría de Rusia Unida en el Parlamento, afirmó Putin.

"Lamentablemente, hay gente dentro del país que se alimenta en las embajadas extranjeras como chacales y cuenta con el respaldo de los fondos y gobiernos extranjeros, y no de su propia gente", añadió Putin.

El mandatario es candidato a la Duma o Cámara de Diputados.

"Ahora, van a tomar las calles. Han aprendido de expertos occidentales y recibido algún entrenamiento en repúblicas vecinas [ex soviéticas]. Y ahora van a montar provocaciones aquí", expresó en alusión a los levantamientos que llevaron al poder a gobernantes pro occidentales en Georgia y Ucrania.

Sin identificar a las naciones o partidos que estarían involucrados en sus aseveraciones, fustigó a los opositores liberales y comunistas al evocar la incertidumbre económica que prevaleció en Rusia después de la desaparición de la Unión Soviética en 1991. Si los opositores llegan al poder, dijo, "volverán a engañar a todos".

"Quieren volver a establecer un régimen oligárquico, basado en la corrupción y la mentira".

Indistintamente de aquellas críticas que Putin pueda mercer, la posible situación futura que él describe y quiere evitarle a su país es análoga a la que América Hispana lleva padeciendo 2oo años.

Lago Valencia, Alberta e Incompetencia

Miami, 22 de noviembre de 2007

Recientemente Pedro hizo dos aportes a este blog donde resalta el medio ambiente como uno de los campos donde se pone de manifiesto la incompetencia de quienes dirigen a la América Hispana. En “Aguas revueltas” escribió:

el desastre ambiental en el Lago Valencia de Venezuela (e)s un excelente recordatorio de que si bien Hispano América produce y sigue con tanta facilidad a "líderes" de dudosa capacidad como Hugo Chávez (y para recordar cuan impresentable realmente es solo hay que ver su reciente exabrupto en Chile) es porque sus clases políticas tradicionales han fracasado totalmente en el descargo de sus auto-impuestas responsabilidades

En su siguiente entrada, que no lleva nombre, escribe:

En Canadá el gobierno de la provincia de Alberta parece tener un plan para usar las riquezas petroleras a su disposición para apuntalar y potenciar la economía de la provincia . (...) el plan consiste en cobrar importantes regalías a las compañías dedicadas a la explotación y extracción del petróleo y gas natural presentes en Alberta e invertirlas para desarrollar y diversificar la economía de la provincia.

El fundamento detrás del plan es romper la dependencia de Alberta en recursos energéticos que no son renovables (...) Tenemos que preguntarnos si nuestros paises hispanos en circunstancias similares (Venezuela, México, Ecuador, ustedes los conocen) están desarrollando planes comparables o simplemente no tienen otra idea que no sea depender por siempre de la bonanza petrolera actual. Pero, no importa los planes hispano-americanos, es de esperar que, ante el casi inevitable aumento enlos precios del petroleo, otras jurisdicciones petroleras sigan el ejemplo de Alberta. Seguramente sin los histrionismos revolucionarios que son casi inevitables en nuestra región.

Concuerdo totalmente con las inquietudes de Pedro en cuanto al ambiente, y en cuanto su contexto hispano respondo volviendo a citar al derechista venezolano Peña Esclusa, a quien yo ya citara más ampliamente en la primera entrada de este blog incluyendo lo que sigue:

La capacidad creativa de una población está estrechamente vinculada a la opinión que tenga de sí misma, es decir, a su identidad histórica.

Perdónenme si soy simplista, pero pienso que esa es la raíz de los grandes problemas de la América Hispana, y lo seguiré repitiendo, porque para eso comencé el blog: Muchos dirigentes hispanos carecen de un sentido de continuidad histórica respecto al período formativo de nuestra civilización en tiempos de España y la defensa de dicha civilización frente a acechos foráneos.

Ellos suelen pensar en términos de 19 naciones aisladas, pequeñas o medianas, que son hermanas menores, dentro de una gran familia occidental, de EE.UU. y Europa, de quienes es impensable no depender en casi todo, así que ¿porqué preocuparse del futuro agotamiento de los recursos no renovables, si para ese entonces los genios científicos de Occidente habrán hallado una solución que pondrán a nuestra disposición en solidaridad de familia? Incluso algunos que trascienden la complacencia occidental han asumido similares actitudes de subordinación respecto a la Unión Soviética en su momento –después de todo los rusos son ¡europeos!-, y la China -¡una cultura milenaria!-, de quien esperan solidaridad tercermundista. Si las cosas siguen como van no será de extrañar que pronto vean otra China en la India, un país que hasta finales del siglo XX simbolizaba la miseria más abyecta, sin importar para efectos de este argumento cuán estereotipada pudiera ser esa reputación.

lunes, 19 de noviembre de 2007

En Canadá el gobierno de la provincia de Alberta parece tener un plan para usar las riquezas petroleras a su disposición para apuntalar y potenciar la economía de la provincia. Los detalles del plan están en este discurso del Premier de la provincia, Ed Stelmach. En síntesis, el plan consiste en cobrar importantes regalías a las compañías dedicadas a la explotación y extracción del petróleo y gas natural presentes en Alberta e invertirlas para desarrollar y diversificar la economía de la provincia.

El fundamento detrás del plan es romper la dependencia de Alberta en recursos energéticos que no son renovables y que están condenados a desaparecer según se les vaya consumiendo. Con ellos desaparecería la prosperidad de la provincia. Huelga decir que lo mismo le ocurriría a cualquier otra jurisdicción que, estando en circunstancias similares a las de Alberta, no se preocupe en diversificarse. Tenemos que preguntarnos si nuestros paises hispanos en circunstancias similares (Venezuela, México, Ecuador, ustedes los conocen) están desarrollando planes comparables o simplemente no tienen otra idea que no sea depender por siempre de la bonanza petrolera actual. Pero, no importa los planes hispano-americanos, es de esperar que, ante el casi inevitable aumento enlos precios del petroleo, otras jurisdicciones petroleras sigan el ejemplo de Alberta. Seguramente sin los histrionismos revolucionarios que son casi inevitables en nuestra región.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Lo que hay detrás de la Cumbre, Chávez y el Rey

Miami, 14 de noviembre de 2007

La redacción de la página española de derecha (o "derechas", como dicen los españoles) minutodigital.com publicó el 11 de noviembre un artículo sobre el altercado de Hugo Chávez y los dignatarios españoles en la Cumbre Iberoamericana en Chile, bajo el título Los amigos ‘populistas’ de ZP la montan en la Cumbre Iberoamericana. Más que el artículo en sí, lleno de epítetos innecesarios como también de algunas verdades, me parecieron interesantes algunos comentarios enviados a Minuto Digital al respecto, que cito parcialmente a continuación:

A.Guillen, 12. Noviembre 2007, 9:01

Segun tengo entendido Simon bolivar dijo: Despues de mi muerte se levantaran muchos dictadores”. Y esto es lo que ha estado sucediendo en la derecha e izquierda de sudamerica desde que influenciados ellos, por paises fuera del hemisferio sur tuvo la desgracia de rechazar la civilizacion española quedando las entidades civicas vacias de los que la fundaron ocupando estos puestos personas mediocres con ansias de poder.

Encan na, 12. Noviembre 2007, 9:38

Había que hacer callar al Chávez, pero… ¿donde esta el “savoir faire”? Había que defender al Aznar, o a cualquier otro, pero con clase. A mi me pareció un poco soberbia la respuesta del Rey, no le quito la razón al Chávez al decir lo de “que se piensa que somos aún una colonia” Tíos como el Chávez y otros acólitos son fruto de la degradación política de Sudamérica. Si el paso a la independencia hubiera sido más paulatino, poco a poco, cosa que es perfectamente plausible, sin esos vacíos de todo orden que tuvieron al expulsar a los colonizadores, que fué aprovechado por los yankies, colocando títeres, otro gallo les cantaría.

Mucho más interesante que el artículo que diera lugar a los comentarios anteriores es aquel que sigue, disponible también en el enlace http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=1086.

La sima iberoamericana se traga a la Hispanidad

Pues Chávez la reventó, ¿no? “Que te calles”, espetó el Rey al Gorila Rojo en la clausura de la XVII Cumbre Iberoamericana, mientras ZP trataba de explicar por qué, aunque está de acuerdo con Chávez, eso de criticar a España y a Aznar no le parecen formas. Después, el sandinista Ortega volvió a la carga contra España y el Rey terminó abandonando la Cumbre. Lo nunca visto. Pero de todo eso ya ha tenido usted noticia. Ahora vayamos a lo mollar: ¿Tienen sentido estas “cumbres”, que más parecen simas? ¿Tiene sentido seguir hablando de una “comunidad iberoamericana de naciones” que, en realidad, no existe en ninguna parte? Y los que estamos dispuestos a contestar que sí, ¿sabemos por qué?

José Javier Esparza

Una auténtica comunidad política, para ser algo más que retórica, debe tener consecuencias prácticas, reales y concretas en el orden del poder mundial. Si no, no puede hablarse de comunidad en términos políticos. Hoy la comunidad iberoamericana es una realidad en el ámbito diplomático, porque hay reuniones con periodicidad fija y porque hay mecanismos estables de cooperación –sobre todo en materia asistencial-, pero no es una comunidad política. No lo es porque lo iberoamericano no existe como un poder definido y visible en el concierto mundial del poder.

Lo iberoamericano

Para que lo iberoamericano exista como un espacio singular en el ámbito internacional, debería poder ser identificado por sus rasgos específicos. ¿Cuáles son esos rasgos? ¿Qué es lo que define al espacio iberoamericano? En realidad, los rasgos sobre los que se construye lo iberoamericano, a ambos lados del atlántico, son sólo dos: una lengua común, que es la española, y una cultura compartida, que es la católica. Podría ser más que suficiente para constituir una línea política, un vector de poder, es decir, una manera concreta de organizarse políticamente. El idioma español, hablado por 400 millones de personas como primera lengua y como segunda por bastantes millones más, podría ejercer una influencia decisiva en un mundo donde las tecnologías de la comunicación y la información han adquirido un valor preponderante. En cuanto a la cultura de matriz católica, es evidente que puede inspirar una manera muy concreta de organizar las sociedades tanto en lo económico como en lo moral.

Ahora bien, tales rasgos específicos poseen un valor muy débil en el mundo contemporáneo. La cultura de matriz católica, porque ha sido sustituida universalmente por la de matriz protestante y, a través de ésta, por el materialismo del mercado total. Y la lengua española porque, no nos engañemos, el que mucha gente hable un idioma no significa estrictamente nada en términos de poder si ese idioma no es también el de los grandes negocios, las tecnologías punta, la investigación científica, las fuentes de energía o las armas más perfeccionadas, y el español, en todos estos terrenos, dista de aspirar a liderazgo alguno. En esas condiciones, los rasgos centrales de lo iberoamericano carecen de valor político: no pueden configurar un polo de poder.

La comunidad iberoamericana y sus enemigos

Hay otro asunto de la mayor importancia, y es la muy distinta perspectiva con que se percibe este tipo de cumbres a cada lado del Atlántico. En España la perspectiva es post-nacional, en América sigue siendo nacional. En España, como en el resto de Europa, hablamos en términos post-nacionales porque hemos entregado ya buena parte de nuestra soberanía –la moneda, lo esencial de la Defensa, etc.- a instituciones supranacionales, ya se trate de la Unión Europea o de la OTAN. Pero en América se sigue hablando en términos nacionales –y en ciertos casos, violentamente.

En efecto, la mayoría de las naciones iberoamericanas vive inmersa en un mundo que pivota en torno a los Estados-nación, mundo que no ahorra violentos conflictos fronterizos como los que han vivido Perú y Ecuador o rifirrafes como el de Argenina y Uruguay a propósito de las papeleras. Los proyectos multinacionales que han surgido en América, como Mercosur, apenas si avanzan a trancas y barrancas porque ninguno de sus miembros está dispuesto a renunciar al poder económico nacional en beneficio de regulaciones transnacionales. Y a eso se suman nuevos proyectos de carácter revolucionario, como el de Hugo Chávez y su “bolivarismo”, que vienen a ser una especie de nacionalismo multinacional americano, porque su ambición es extenderse por todo el continente sur.

Merece la pena detenerse en Hugo Chávez, dado que este señor ha tenido la deferencia de dinamitar la Cumbre con sus acusaciones a España. Chávez, típico ejemplo de personaje en busca de autor, ha pasado de un nacionalismo autoritario difuso a un neoleninismo no mucho mejor definido. En este tránsito, la invocación de Simón Bolívar –un sujeto cuya verdadera historia habrá que contar algún día- ha servido de coartada mítica para dorar un proyecto de poder eminentemente personal que aspira a convertirse en algo más. A fecha de hoy, el proyecto bolivariano puede resumirse así: que las naciones iberoamericanas –o latinoamericanas, como dicen ellos- se apoyen en sus recursos naturales para conformar un polo de poder autosuficiente, definido por la oposición a los Estados Unidos en lo exterior y por un cierto tipo de socialismo en lo interior. Este horizonte seduce hoy a mucha gente –y no sólo de izquierda- en la América hispana. Y sería completamente legítimo si no fuera porque, evidentemente, son muchos los países americanos que no lo comparten.

El hecho es que, en la perspectiva de Chávez, la mera idea de lo iberoamericano, es decir, de cualquier lazo político entre América y España, es un obstáculo de primera magnitud. España es un obstáculo porque es un país aliado de los Estados Unidos, inmerso en la Unión Europea y adscrito al núcleo motor de la globalización. Y lo iberoamericano incomoda a Chávez porque supone desplazar la atención de los países de “nuestra América”, desviar su horizonte desde lo continental hacia lo oceánico, abrirles una perspectiva –la de la Hispanidad- que es incompatible con ese neonacionalismo que el venezolano predica. Por eso Chávez se ha convertido, entre otras cosas, en portavoz del nuevo indigenismo. Chávez aspira a romper la comunidad iberoamericana como Bolívar rompió la monarquía hispánica.

¿Y vale la pena? En estas condiciones, la pregunta para nosotros, españoles, es si tiene algún sentido mantener la rutinaria pantomima de una comunidad iberoamericana de naciones que carece de potencia para imponerse en el escenario mundial, que carece de ideas-fuerza capaces de identificarla como poder político y que carece también de voluntad común entre sus miembros.

Nuestra respuesta es que sí, vale la pena. Ante todo, por razones de identidad: el lugar de España en la Historia Universal está inevitablemente ligado a la América hispana; lo que nos define como nación histórica es la empresa americana, y lo que nos define como sujeto cultural singular es esa lengua que se habla a ambos lados del océano. Si queremos que España sobreviva como agente histórico con una identidad específica, si no queremos disolvernos en el mundo sin forma de la globalización y del mercado planetario, entonces es preciso que nuestra política se dirija hacia aquellos horizontes que nos son enteramente propios. El americano lo es.

Pero la política reposa sobre el poder, y no puede ser de otro modo. Si esa comunidad iberoamericana no se traduce en política real, esto es, en política de poder –en la organización de los recursos energéticos, en la configuración de un polo cultural hispano, en el lanzamiento de plataformas científicas y tecnológicas propias, en compromisos efectivos en materia de defensa-, entonces no habrá más que un parloteo retórico sin trascendencia alguna.

¿Y sobre qué base edificar ese proyecto de poder? Sobre lo único que nos hace singulares y que nos hermana: la lengua española y la tradición cultural católica. ¿Estamos dispuestos a renunciar a nuestra ultramodernidad globalizada –y ellos, en América, a su política de nacionalismo retardatario- para meternos en esos berenjenales? Probablemente, no. También aquí habrá que mover montañas.

Aguas revueltas

Encontré en oilwars.blogspot.com, el blog de un americano chavista (sí, tal cosa existe aparte de faranduleros como Sean Penn y DannyGlover), este largo comentario sobre el desastre ambiental en el LagoValencia de Venezuela. Es un excelente recordatorio de que si bien Hispano América produce y sigue con tanta facilidad a "líderes" de dudosa capacidad como Hugo Chávez (y para recordar cuan impresentable realmente es solo hay que ver su reciente exabrupto en Chile) es porque sus clases políticas tradicionales han fracasado totalmente en el descargo de sus auto-impuestas responsabilidades:
So why the interest in some stupid little lake in the middle of Venezuela? Simple, this lake has a very interesting story to tell about how Venezuela has been mismanaged and its environment neglected for decades.

As I mentioned even people have driven by the lake many times may have never seen it. In fact that was the case with me. I have gone right by it, probably within a half mile of it, dozens of times on the way between Caracas and Barquisimeto without ever catching even a glimpse of it. It would be fair to say the lake is well hidden.

That is not an accident, it is by design. The lake is in effect a dead lake. Not that there is no life in it at all – there is. But no human being who values their health goes anywhere near it. Not to swim in it, boat on it, or even to walk along its shore. And if you value your life you certainly wouldn’t drink from it. Its waters are toxic. Yet there is more to the unfolding disaster that is Valencia Lake than just that.

For centuries the lake was actually shrinking. The reason is simple. There were small towns and cities all around it, they needed water, they took the water from the lake faster than it flowed in, and the lake shrank. Unfortunately, as those towns and cities grew and developed industry they needed a place to dump the human and industrial waste and as you might guess they dumped it into either into streams feeding the lake or directly in the lake itself. By the 1960s and 1970s the lake became very contaminated and unusable as either a source of recreation or of potable water. Tragically Venezuelans through indifference to the environment and mismanagement destroyed yet another of their natural treasures.

If the story of the Lago de Valencia ended there it would be bad enough. But it doesn’t. Generally when humans abuse their natural surroundings nature finds a way to fight back. And right now the Lago de Valencia is certainly exacting revenge for what has been done to it.

Here is how.


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