En el pasado reciente una de las pocas industrias en crecimiento en los EE.UU. es la que se dedica a encarcelar gente. El país mete gente en sus prisiones con un entusiasmo que no tiene igual en el mundo desarrollado. La mayoría de los "clientes" son, como era de esperar en una sociedad en la cual el racismo están tan enraizado, varones negros. El resultado de esta cosumbre ha sido desastrosa, ha tomado a una población que ya sufría de importantes taras y desventajas y la ha convertido en una especie de lumpen del cual no hay salida. Parece como si todas las otras "minorías" del país eventualmente logran escapar del ghetto, excepto los afro-americanos. El blog Tom Dispatch publico hace algún tiempo este artículo en el cual se explora un poco esta patética situación.
domingo, 28 de marzo de 2010
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