México and Beyond

México tristemente se ha convertido en una fuente al parecer inagotable de malas noticias. Recientemente, sin embargo, se publicó esta nota (y aqui) que nos distrae, aunque solo por un momento, de esa realidad. Y es que AEXA, la incipiente Agencia Espacial Mexicana, está haciendo planes para construir el primer centro de lanzamiento espacial mexicano. Tal y como explica el segundo artículo, lo mas probable es que este sea construido en la península de Yucatán con ayuda de Rusia, el mayor diseminador de tecnología aeroespacial del planeta. ¿ O es que creian que NASA (el mayor inhibidor de tecnología aeroespacial del planeta) iba a ser el socio en esta incipiente empresa ?

Lo importancia de este anuncio radica en que nos alerta al hecho de que otro pais u organización quiere unirse una tendencia que veladamente y sin mucha fanfarria ha estado desarrollándose en los últimos años. Contrario a lo que los medios convencionales podrían decir, la realidad es que hoy en día hay una relativa explosión de interés en explorar el espacio exterior. El programa espacial de China, por ejemplo, está madurando rapidamente y en esta década pondrá en órbita terrestre varias pequeñas estaciones espaciales que le permitirán seguir desarrollando su capacidad para mantener humanos a largo plazo en el espacio. Rusia está desarrollando el reemplazo para las venerables cápsulas espaciales Soyuz y ha anunciado planes para diseñar (o mas bien, terminar de diseñar) un motor nuclear para naves espaciales. India ha inaugurado su propio programa de vuelo espacial tripulado y planea lanzar sus equivalentes a cosmonautas en esta década. Brasil tiene su programa espacial, que es el mas adelantado de Suramérica. Hasta Gran Bretaña, tradicionalmente tan hostil al vuelo espacial tripulado, ha creado su propia agencia espacial.

La inamovible NASA tampoco se escapa. Si bien el elefante blanco que era el Proyecto Constellation para regresar a la Luna fue (afortunadamente) cancelado por el Presidente Barack Obama, el nuevo presupuesto de la agencia incluye un modesto aumento para los próximos años y un mandato para desarrollar nuevas tecnologías. También ha de alentar el desarrollo y uso de las tecnologías y servicios que el incipiente sector espacial comercial estadounidense está explorando. Tecnologías como los habitáculos inflables de Bigelow Aerospace, los cohetes y cápsulas reusables de SpaceX y los motores de propulsión de plasma VASIMR de Ad Astra (fundada por el astronauta costarricense Franklin Chang-Díaz y con un importante centro de investigación y desarrollo en su país natal). Si las intenciones fructifican el negocio de enviar astronautas y cargas al espacio podría serle delegado a compañías privadas mientras NASA se enfoca en honrar su Carta y explorar el espacio translunar, no en meramente darle vueltas a la noria como lo ha venido haciendo por los últimos treinta años.

Pero nos tenemos que preguntar ¿ Por qué este interés ? Quizás por el simple deseo de compartir el prestigio inherente a la exploración del espacio. O quizás hay otras razones. ¿ Que saben estas agencias que el público general desconoce ? ¿ Tendrá algo que ver con el helio-3 (He-3), posible combustible nuclear que existe depositado en la superficie de nuestra Luna ? ¿ Con las destempladas advertencias del célebre físico inglés Stephen Hawking ? ¿ O con las curiosas características que algunos han visto en la luna marciana Fobos ? Por ahora poco podemos hacer que no sea especular. Pero estoy bastante seguro que gradualmente la situación se irá aclarando y que eventualmente descubriremos algunas de esas motivaciones.