En este blog pasamos varios años observando con cierto interes el desarrollo del experimento chavista en Venezuela hasta que nos convencimos de que era un callejón sin salida. Un esperpento dominado por los desvarios de Hugo Chávez, su culto a ese paragón del desastre que fue Simón Bolívar y su dependencia en el tóxico Fidel Castro. En otras palabras, poco hay que buscar en la Venezuela actual.
Así las cosas, me sorprendo a mi mismo al tener que recomendar este artículo del The Economist que alaba la confiabilidad de las estadísticas oficiales del gobierno de Venezuela en contraposición a las de su par argentino. Si, parece ser que (contra todo pronóstico) los amigos en la República Bolivariana mantienen un sistema de estadísticas que es un modelo a seguir si se le compara con el argentino. Triste comentario sobre la ya crónica incapacidad de Argentina para hacer las cosas bien, para estar a la altura de la promesa que su peso geográfico, demográfico y económico nos han hecho por casi dos siglos. Otra desilusión venida de tierras australes.
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