Hoy por fin son la elecciones, tanto en los EE.UU. como en Puerto Rico. Esperemos que Barack Obama gane las elecciones en los EE.UU. y demuestre asi que por lo menos aun hay esperanzas para ese país. De lo contrario habrá que agarrarse fuertemente a algún asidero y prepararse para recoger los pedazos dentro de cuatro años.
En aqui en Puerto Rico hay realmente dos elecciones, dos historias. La historia mayor, como siempre, la protagonizan los dos partidos políticos mayoritarios, el Nuevo Progresista (PNP, que favorece la anexión de PR como un estado de los EE.UU.) y el Popular Democrático (PPD, el partido del status quo colonial). Hace una semana era casi seguro que Luis Fortuño, del PNP, ganaría gracias al tremendo descontento que hay contra la chapucera gestión económica de su rival, el Gobernador Aníbal Acevedo Vilá. Ahora las cosas no parecen tan claras y las elecciones de proyectan mucho mas reñidas. Es incluso posible que Acevedo Vilá gane si recoge, como en las elecciones pasadas, el voto del sector independentista. Ciertamente esta vez, y contrario a ocasiones anteriores (cuando tal apoyo era mayormente individual e improvisado), el PPD se ha movido a la izquierda y explícitamente ha tratado de armar una coalición soberanista/independentista/autonomista.
Lo que nos lleva a la segunda historia en estas elecciones puertorriqueñas, la competencia entre los dos partidos minoritarios: el Independentista Puertorriqueño (PIP) y Puertorriqueños por Puerto Rico (PPR, de nueva factura). Ante su incompotencia de los últimos años y su creciente desprestigio es muy probable que le PIP vuelva a perder su "franquicia electoral". Ya le pasó en las elecciones pasadas y solo la buena voluntad de los otros dos partidos principales (el PNP y el PPD) y del Tribunal Supremo de Puerto Rico le permitieron re-inscribirse de manera acelerada y quizás hasta irregular. Esta vez podría no gozar de tales consideraciones.
Así las cosas, PPR, un partido centrista que busca obviar el tema del status de la Isla (tradicional aglutinador de los movimientos políticos puertorriqueños) para concentrarse en sus problemas mas mundanos, tiene el potencial de destronar al PIP de su posición como el tercer partido del país. Lo mas interesante es que siendo un movimiento de frente amplio, PPR podría también crecer muy por encima del 3% de los votos que ha sido usualmente el máxmo que ha podido obtener el PIP en las últimas tres o cuatro elecciones. Yo no creo que el tema del status, tan medular, tan crítico, pueda obviarse pero habrá que ver si los electores puertorriqueños piensan lo mismo. Sin duda alguna estas serán elecciones interesantísmas en ambos paises.
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