miércoles, 31 de diciembre de 2008

Gaza

Aqui estamos, obligados a terminar el año de una manera tan desagradable, tan asqueante. No bastaron el desastre financiero global y el colapso de la decepcionante aventura bolivariana, convertida en un coro de revoltosos. No, el fascistoide y gangsteril gobierno israelí tenía que meter la mano y dejar su contribución a la ignominía del 2008. Con la excusa de acabar con los lanzamientos de cohetes artesanales de Hamas, pero con el verdadero objetivo de aniquilar a esa organización (cuyos líderes también son bastante cabezotas y testarudos), se ha lanzado a una campaña de genocidio "light" contra la población palestina de Gaza. Creo que no ha habido crimen de lesa humanidad y de guerra que los israelies no hayan cometido en su enfermizo empeño de convertirse en los espartanos del Medio Oriente y de "asegurar" sus asentamientos piratas. Un papelón degradante y patético por demás.

Pero los gobernantes de los países árabes no se quedan atrás. Lacayos, cobardes, entregados. ¿ Que se puede esperar de un rey (el de Jordania) cuyo gran sueño era aparecer en un episodio de Star Trek vestido de oficial de Starfleet ? ¿ Que se puede esperar de ese sultán secular, Hosni Mubarak ? Irónicamente es de Iraq de donde salen las mayores denuncias oficiales contra el abuso. De arriba nada se puede esperar. De abajo poco se puede hacer excepto protestar. Tal es la triste situación del mundo árabe.

Hay un refrán que dice que los pueblos tienen los gobernantes que se merecen. Me gustaría pensar que no, que ni los árabes ni los israelíes se merecen los líderes que los desgobiernan y atropellan. Pero quizás ese sea solo un desideratum de mi parte, sin apoyo alguno en la realidad.
¿ Y en cuanto a Barack Obama, la esperanza de incautos e ingenuos, que se puede decir ? En estos momentos sobre el solo se puede decir que, sin haber comenzado su presidencia, ya ha fracasado en dos importantes pruebas. La primera fue haber nombrado Secretaria de Estado a Hillary Clinton, esa magistral arpía del Establishment. La segunda es su silencio cómplice y cobarde ante los crimenes del gobierno israelí. Mal ha comenzado, veamos si aun puede rectificar.

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