Sin duda una de las noticias de la semana lo es el colosal fraude piramidal que perpetró a lo largo de casi veinte años el financiero de Wall Street Bernard Madoff. Cincuenta mil millones de dólares se han perdido en esta, la mas reciente desventura de la finanzas internacionales. Gigantes como el Banco Santander, BNP Paribas y el Royal Bank of Scotland se han visto expuestos al fraude junto a un gran número de inversionistas individuales e institucionales de casi toda envergadura.
Madoff era un verdadero "insider" que fue co-fundador y presidente de la bolsa de valores NASDAQ. Precisamente fue esa reputación la que indudablemente le permitió engatusar por tantos años a todo tipo de inversionista y convencerlos paraque aprovecharan una oportunidad que no solo en retrospectiva debió parecer demasiado buena para ser cierta. La codiciade muchos, la ingenuidad de otros y el deseo de figurar de la mayoría los condenaron a todos al desastre.
Este reciente descalabro es otro revés para el sistema capitalista sin cortapisas y controles que nos quisieron vender durante los últimos treinta años como la máxima expresión de la racionalidad y eficiencia. Ahora resulta que sus mogules y capitanes o no sabían lo que estaban haciendo o nos querían estafar. O quizás es mas exacto decir que los dos cosas son ciertas, que eran unos ignorantes que nos querían desvalijar. Y muchas veces lo lograron. Pero, por favor, no mas. El sistema de libre mercado (ojo, no es necesario llamarlo capitalista, que dentro de pronto terminará siendo una palabra maldita) es un paradigma de distribución y asignación de recursos demasiado útil como para denigrarlo y violentarlo de tal manera. Mejor rehabilitarlo, darle mucho de eso que los americanos llaman "tough love" y ponerlo en condiciones de servirle a la humanidaden lugar de servirse de ella como ha venido ocurriendo habitualmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario