Aqui les traigo tres artículos que tienen que ver todos con los días extraordinarios que estamos viviendo. El primero, referido por Juan Aurelio, es de Pat Buchanan, nuestro paleo-con preferido. A Buchanan nadie lo puede acusar de no amar a su país. Para ir mas lejos aun, en cierto modo es lo mas cercano a un verdadero patriota que se puede ver en los medios de comunicación "mainstream" americanos. Quizás por eso es que puede ver y denunciar con tanta claridad y urgencia la estrepitosa caida en prestigio y poder que los EE.UU. ha sufrido en años recientes. Su consejo mas inmediato, que se podría resumir en "¡ Salgamos de Irak y de Afganistán ahora, mientras aun haya tiempo ! ", seguramente será desoido. "Algo se podrá rescatar aun", dirán los que saben en Washington, New York y zonas aledañas. Hubris, solo hubris. Y cuando las cosas terminen mal Buchanan los atormentará con un "Se los dije".
El segundo artículo, referido por un amigo que tenemos Juan Aurelio y yo tenemos en común, trata sobre lo que quizás sea la médula "secreta" de esta gigantesca pirámida de Ponzi que ha sido el sistema financiero internacional. Un sistema en el cual entidades privadas crean y destruyen dinero como por arte de magia, poniendo en jaque la vida y hacienda de todos (incluidas ellas mismas). Y lo hacen con el beneplácito, entre ignorante y cómplice, de las correspondientes autoridades. Y para sostener esa ilusión, que por algún tiempo sí llegó a beneficiar a muchos, hemos caido en la trampa de cosificarlo, de comercializarlo, todo. Solo cuando así se hace es que la relación, el acto, la idea, es registrable como un bien o servicio económica y financieramente real. Solo así pasa a engrosar las estadísticas de crecimiento que son la única medida de éxito y justificación que el sistema admite. Pues bien, parece ser que nos estamos acercando a los límites de esa compulsión al crecimiento. A ver como escapamos del callejón sin salida en que nos hemos metido.
Por último yo contribuyo con este enlace a un ensayo del economisto Nouriel Roubini, profesor de economía en New York University. Roubini fue una de las pocas voces mas o menos "respetables" (pero realistas) que desde hace varios años estaban adviertiendo del inminente descalabro que se venía encima. Tanto que algunos le apodaron Dr. Doom. En el artículo del enlace Roubini las canta como las ve ydice sin desparpajos lo que ya va siendo el nuevo consenso entre la gente pensante: que el modelo anglo-sajón de capitalismo salvaje y sin salvaguardas es un desastre, una porquería, basada en premisas irreales. Termina Roubini con una adevertencia de los tres peligros a los que se enfrentará el riguroso marco regulatorio que necesariamente tendrá que surgir de entre las ruinas.
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